Hoy queremos dejar entrar a Dios en todos los ámbitos de nuestro mundo. Queremos pedirle que nos ayude a ponerle siempre en el centro. Que Él sea el único amo y nos ayude así a ser fieles en nuestro sí diario. Queremos contar con Él en lo pequeño. Queremos vivir nuestra vida entera a su lado. Para ello tenemos que descubrir esos amos que tienen poder en nuestro mundo interior, en nuestras pasiones, en nuestras decisiones. ¿Quién manda en el corazón?