Si no tengo el corazón en Dios, viviré de un lado a otro en medio de mis sufrimientos. No lograré alzar la mirada, no podré descentrarme para mirar a otros.
Desde mi fracaso mirar la altura. Desde mi muerte ver nacer la vida. Ojalá fuera capaz de sacar algo de la nada. Y aprender a ser feliz en toda circunstancia. En la abundancia y en la escasez.
El hijo pródigo regresará a casa. Será de nuevo hijo. Se dejará amar por su padre. Habrá conocido el amor aquella mañana arrodillado en el pecho de su padre. Su vida pródiga ahora será generosa.
Hay cosas bonitas y feas. Quiero llenar el alma de las bonitas, para ser capaz de enfrentar las feas. La lleno de luz para iluminar la noche. La lleno de vida para que venza sobre la muerte.