Quiero besar mi verdad escondida. Mi belleza oculta. Soy un buscador de la verdad. Miro dentro de mí buscando vestigios del cielo. Están allí, seguro, en los pliegues de mi alma.
Me alegra lo que ya poseo. Los pequeños logros. No me comparo con nadie. Si pudiera vivir así sería mucho más feliz. No quiero vivir mirando al otro. No quiero compararme con otros.
Si amo, no debo nada a nadie. Si soy generoso hasta el extremo, dejo de estar en deuda con otros y conmigo mismo. Pero no siempre mis actos son tan generosos.
Por eso me entrego de nuevo a Él, tal como soy. Renovando mi sí a su sueño conmigo. Insatisfecho con lo logrado. Descontento con lo que ahora toco porque la meta todavía brilla ante mi mirada.