Domingo de resurrección
Creo que tiene sentido amar a todos para luego recibir odio. Tiene sentido ser generoso cuando nadie más lo es a nuestro lado. Tiene sentido callar y no criticar cuando todos lo hacen.
Creo que tiene sentido amar a todos para luego recibir odio. Tiene sentido ser generoso cuando nadie más lo es a nuestro lado. Tiene sentido callar y no criticar cuando todos lo hacen.
Nos amó hasta el extremo.
Entregar amor y recibir odio. Entregar paz y recibir guerra. Entregar la vida sirviendo y recibir la muerte. ¿Puede ser que alguien sea capaz de servir sólo por amor, sin esperar nada a cambio?
Puedo cambiar, puedo crecer. Tengo más luz que oscuridades. Más vida que muerte. Más esperanza que fracasos. Soy más de lo que yo mismo veo. Y, sobre todo, soy más de lo que otros ven.
Me conmueve la alegría del Padre. La alegría del hijo. Ya no habrá sombras ni oscuridad. Me gusta pensar en la casa, en ese hogar en el que pueda uno ser quién es sin miedo al rechazo.
Jesús me mira siempre y se involucra con mi vida. Se vuelve y me mira cuando me acerco. Asombrado, lleno de un amor cálido que me acoge. Jesús me busca y me mira señalándome en medio de los hombres cuando yo mismo no le busco a Él.