Nos sana aceptar que no podemos y pedir ayuda. Volver la mirada al que puede socorrernos. Dios siempre nos ve frágiles y necesitados. Ve la herida detrás del maquillaje.Dios desea que le pidamos, que le imploremos, que le digamos que le necesitamos, que sin Él no podemos hacer nada. ¡Qué poco pedimos!
0 Comments