El corazón desea prepararse para la fiesta de nuestro gran jubileo. Es un año especial, un año de gracias. «Tu alianza, nuestra misión», es el lema que nos acompaña y nos ayuda a vivir este año como un año de gracias, un año de alegría, un año de esperanza, un año de reconciliación, un año de intensa vida de oración y profundo agradecimiento.

Somos muy afortunados porque los años jubilares son años de conversión, años santos en los que Dios se hace muy presente. Quisiera utilizar varias imágenes que nos puedan acompañar en este tiempo. Son imágenes asociadas a los años jubilares: el cayado de peregrino, el fuego que comenzó a arder en el corazón del Padre Kentenich, la puerta santa que se abre de forma especial, el agua que nos purifica y nos ayuda a pedir perdón y perdonarnos.