Le consagramos a María nuestro nuevo año. Quiero escribir con Dios cada hoja del calendario en blanco que hoy empiezo. Lleno de incertidumbres, deseos y sueños.

Un año completo lleno de frases perfectas y muchos renglones torcidos. Lleno de logros y de fracasos. De momentos de plenitud y hondos valles de tristezas. Dibujos a medio acabar. Y algunas pequeñas obras de arte. Pérdidas que me duelen en el alma. Ausencias que marcan un antes y un después. Todo es valioso, todo cuenta. Lo que pensé que Dios me pedía. Lo que hice sin preguntarle a Dios. Lo que me duele en lo más profundo. Lo que alegra mi corazón de niño. Todo importa, todo cuenta. Le doy gracias a Dios por cada momento vivido. Mi pasado descansa en su misericordia. Un año más de vida, un año más de ser hijo. He caminado de su mano con el corazón lleno de paz y alegría. Eso es lo que cuenta. Eso es lo que entrego.