Sueño con que ese amor de Jesús me haga capaz de amar. De sentir como Él sentía. Capaz de llorar y reír, de quedarme y partir. De estar atento al dolor ajeno. Preparado para perder la vida. Sin seguros.
Santuario de Schoenstatt – Madrid
Querido padre, hermano y compañero de camino
Gracias por esas tan entrañables palabras.
Yo no soy del grupo Shoenstatt, pero sí soy un admirador de tus homilías y de todo lo que representáis.
Te sigo a través de internet y puedo decir que siento una gran amistad, afecto y amor a todo lo que dices piensas y manifiestas.
Quiera Dios y su santa mMdre que pueda saludarte.
Que la Tres veces admirable te proteja y te tenga junto a Ella.
Un entrañable y afectuoso abrazo, querido pastor, padre, amigo y hermano