XVI Domingo tiempo ordinario
Descarga Word. La alegría de mirar el bien del otro más que el bien propio. Sin buscar el equilibrio en el amor. Quiero aprender a dar hasta que me duela. Dar para hacer felices a los demás.
Descarga Word. La alegría de mirar el bien del otro más que el bien propio. Sin buscar el equilibrio en el amor. Quiero aprender a dar hasta que me duela. Dar para hacer felices a los demás.
Descarga Word. De mí depende. De mi capacidad de acercar o alejar. De mi actitud para acercarme al lejano y hacerlo próximo. Depende de mi forma de mirar a los demás. De mis miedos y barreras.
Descarga word. La paz no es mía. La pone Dios en mis manos y en mis pies. Una misión para la que no tengo fuerzas. Soy una oveja entre lobos. Indefenso como Jesús en el Calvario. Vivo su mansedumbre.
Descarga word. No evito sufrir, porque sufriendo aprendo lo más valioso. Y cuando amo sé que una parte de mi corazón queda enterrada en tierra fecunda. Sonrío, callo, espero. No tengo miedo.
Descarga word. Quiero continuar lejos ya de mi altar todo lo que he vivido en ese instante único. Quiero sostener en mis manos pobres la soledad herida de tantas vidas. Quiero ser pan partido, sangre derramada.
Descarga Word. La confianza en ese Dios que me ama y salva es la que necesito para caminar. Confío en su amor incondicional. No me ama menos cuando fallo. Cuanto más caigo, más se conmueve y me abraza.
Descarga Word. Sólo sé que entiendo lenguas que antes ignoraba. Veo más cerca el horizonte que parecía lejos. Y llevo en mi corazón un sueño eterno, que ha sembrado Dios. Llevo mis raíces conmigo.
Descarga Word. Prefiero el paraíso. Que no se turbe mi corazón al mirar al cielo. Sólo tengo que confiar y saber que Jesús va a hacer todo nuevo en mi alma. Va a limpiar mis tristezas. Va a hacerme más libre.
María salió de sí misma para servir a Isabel. Se puso en camino hacia el otro. Ese es su misterio. Feliz tú que has creído. María creyó. El Padre Kentenich creyó. Los dos creyeron en la voz de Dios en su corazón y fueron audaces.
Descarga Word. No quiero olvidar lo que amo en mi corazón. El nuevo templo en el que Dios habita es mi corazón. Allí hará Dios su morada y se quedará para siempre. No me olvida. Y vivirá el Espíritu en mí.