“La risa es la distancia más corta entre dos personas”. La risa nos une, una simple sonrisa derriba los muros que separan las almas. Aprender a reír y sonreír es una tarea pendiente en muchos corazones. Siempre debería ser tiempo de alegría para el cristiano, que vive de la esperanza, pero, especialmente este domingo, nos vestimos de fiesta, confiamos y sonreímos.