Puedo cambiar, puedo crecer. Tengo más luz que oscuridades. Más vida que muerte. Más esperanza que fracasos. Soy más de lo que yo mismo veo. Y, sobre todo, soy más de lo que otros ven.
Padre: El momento que Jesús escribe en la arena, me ha hecho pensar en los arenales de las escuelas, en las que los niños juegan. Hay una pedagogía muy grande en ese jugar en la arena. Es muy necesario jugar en la arena.
Siempre he visto a Jesús niño y después a Jesús adulto, pero pocas veces veo a Jesús niño en su vida adulta. Jesús escribe en la arena como un niño. Se hace niño para mirar con misericordia. Como dice usted: se abaja. Pensaba que para dar la misericordia de Dios padre, solo puede hacerse desde la niñez. No juzga porque es niño. Y desde su niñez regala al padre. A mi me falta muchas veces hacerme niña. Creo que decía usted en otro momento: los niños se pelean y a los dos segundos ya son tan amigos otra vez. Olvidan y vuelven a jugar. Supongo que así de bonito es el amor de Dios. Un amor sencillo y noble, que perdona por su niñez.
Padre: El momento que Jesús escribe en la arena, me ha hecho pensar en los arenales de las escuelas, en las que los niños juegan. Hay una pedagogía muy grande en ese jugar en la arena. Es muy necesario jugar en la arena.
Siempre he visto a Jesús niño y después a Jesús adulto, pero pocas veces veo a Jesús niño en su vida adulta. Jesús escribe en la arena como un niño. Se hace niño para mirar con misericordia. Como dice usted: se abaja. Pensaba que para dar la misericordia de Dios padre, solo puede hacerse desde la niñez. No juzga porque es niño. Y desde su niñez regala al padre. A mi me falta muchas veces hacerme niña. Creo que decía usted en otro momento: los niños se pelean y a los dos segundos ya son tan amigos otra vez. Olvidan y vuelven a jugar. Supongo que así de bonito es el amor de Dios. Un amor sencillo y noble, que perdona por su niñez.
Muy buena. Gracias