Domingo de ramos
Cuando el poder de Jesús no impresiona, no vence, somos nosotros los que nos asustamos. Tememos el fracaso, el abandono, la muerte.
Cuando el poder de Jesús no impresiona, no vence, somos nosotros los que nos asustamos. Tememos el fracaso, el abandono, la muerte.
La idea del libro es contemplar estos cien años de historia de Schoenstatt como un camino. Es una reflexión sobre ese Schoenstatt que todos soñamos. Seguimos un camino que comenzó hace cien años.Un camino que surgió en lo hondo del alma del P. Kentenich, cuando María irrumpió y lo cambió todo. Un camino que nosotros recorremos con la confianza de los niños, de la mano de María, de la mano del P. Kentenich.
¿Quiénes son los heridos al borde de mi camino? ¿Quiénes son aquellos buenos samaritanos de mi vida? ¿Quiénes son los que alguna vez me han socorrido y han cargado conmigo a lo largo del camino? ¿A quién he ayudado yo a caminar? ¿Quién es mi prójimo? ¿Para quién soy yo el prójimo? ¿A quién he […]
El amor asemeja. El amor verdadero nunca es egoísta. El egoísmo deforma el amor sano y lo enferma. Del egoísmo surgen los celos y las envidias, y nos volvemos raquíticos.
¿Cómo perdonaba María las ofensas? ¿Cómo perdonó Cristo a los que le mataban y lo miraban al pie de la cruz? El perdón es generoso, libera, engrandece al que lo da y sana al que lo recibe.
Cuando vivimos en la luz, comprendemos lo que tenemos que hacer. Cuando no vemos no podemos poner orden en nuestra vida.
Tenemos sed y queremos que las cosas y los de afuera calmen la sed del alma. No comprendemos que el agua verdadera, la que no se acaba nunca, se encuentra en lo más profundo del corazón.
Es posible convertir la noche en amanecer, porque siempre hay esperanza. La respuesta está en nosotros que podemos ver la vida de forma muy diferente.
En el desierto se encuentra Dios con el hombre. Allí se adentra el hombre que no encuentra a Dios. Allí nos lleva Dios para enamorarnos, para rescatarnos, para mostrarnos su rostro.