En el desierto se encuentra Dios con el hombre. Allí se adentra el hombre que no encuentra a Dios. Allí nos lleva Dios para enamorarnos, para rescatarnos, para mostrarnos su rostro.
Cuaresma… Tiempo de desierto… A veces ¡qué difícil es saber si lo que hemos llegado a ser dista mucho o se acerca bastante al proyecto del Señor para cada uno de nosotros!
Cuaresma… Tiempo de desierto… A veces ¡qué difícil es saber si lo que hemos llegado a ser dista mucho o se acerca bastante al proyecto del Señor para cada uno de nosotros!