V Domingo de Pascua
Descarga Word. El corazón se calma y sueña cuando abraza el sí. El sí es un sí a la vida verdadera, eterna, llena de esperanza. Un momento decisivo en el que digo que sí con los miedos sujetos en mis manos.
Descarga Word. El corazón se calma y sueña cuando abraza el sí. El sí es un sí a la vida verdadera, eterna, llena de esperanza. Un momento decisivo en el que digo que sí con los miedos sujetos en mis manos.
Descarga Word. Quiero llenar de luz las oscuridades del alma. Y encender hogueras en medio de las tinieblas. Miro a Jesús que me enamoró a mí. El alma tiembla conmovida. Miro a Jesús que salva mi camino.
Descarga Word. Quiero sentir que valgo más que mis propios pecados, límites y debilidades. Sólo así podré acoger junto al lago la mirada de Jesús. Sólo entonces podré escuchar su invitación a cuidar de sus ovejas.
Descarga Word. Quiere que camine a su lado recibiendo el pan partido. Quiere que vaya a Galilea, porque allí le veré. Quiere que meta la mano en su costado abierto, en la herida de sus manos, para que crea.
Descarga Word. La muerte y la vida. El dolor del viernes y la luz de la Pascua. El sepulcro sellado. El sepulcro vacío. Y mi vida se juega en momentos sagrados. En decisiones importantes que a veces no valoro.
Sus heridas nos han curado.
Habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo.
¿Seré yo? Esa es la pregunta que a veces le hacemos al Señor, porque estamos inseguros. Hoy, en mi aniversario de ordenación, le vuelvo a decir que quiero vivir con Él, en su corazón herido. Ir donde vaya.
Pedro promete seguir a Jesús ahora. Jesús le segura que será más tarde, cuando haya caído y hay experimentado la misericordia.
María rompe el perfume a los pies de Jesús y se llena la casa de olor. Yo puedo cambiar un ambiente si entrego mi mejor perfume, el que sale al romper el frasco del corazón. Jesús está en Betania, descansa en sus amigos, coge fuerzas.