Frente a un mundo sin vínculos, María por la alianza de amor en el Santuario, nos ancla profundamente en lugares, personas, ideas. ¿Cómo cultivo mis raíces?

Frente a una separación entre fe y vida, María educa una fe que se encarna. Ella educa nuestro corazón según Cristo, integra nuestras pasiones. Cultiva en nosotros la idea original que tuvo Dios al crearnos, nuestro don principal. ¿ Conozco cómo soy? ¿Educo según lo original de cada hijo?

María nos lleva al corazón de Dios Trino. Dios conduce mi vida y se hace presente en ella. María nos enseña a abandonarnos como niños en las manos de un Dios Padre que nos quiere felices.
María nos hace instrumentos de santidad para otros. Dios nos necesita y espera nuestro sí.