En este segundo Domingo de Cuaresma ésa es la imagen que nos acompaña: el Monte.En las lecturas hoy aparecen dos montes: el Monte del Tabor y el Monte Moria. Subir un monte implica esfuerzo, aire puro, paz, cansancio y esperanza. Dejar atrás el valle, la ciudad, la realidad que nos toca vivir cada día. Pienso en que en las alturas se puede casi tocar a Dios. Las cumbres son lugares santos. Tal vez es que los lugares altos están rodeados de una mística especial. En las cumbres está más cerca el cielo, más lejos la pobreza de nuestra vida. En la cumbre los sueños son más grandes y los problemas parecen más pequeños.