Las Bienaventuranzas hablan del anhelo más profundo del hombre: el deseo de vivir una vida plena. Todos queremos ser felices y hacer felices a los que nos rodean. Queremos amar y ser amados de forma incondicional. La respuesta a nuestra felicidad, la clave de la bienaventuranza, se encuentra en comprender que la felicidad verdadera no es un estado, sino un camino.