Aceptar la realidad tal y como es no parece una tarea tan fácil. Porque a veces no somos capaces de descubrir nuestra verdad. Y no logramos profundizar en nuestra vida interior, no nos conocemos. Nos quedamos en las apariencias y no sabemos cómo son realmente las cosas. Aceptar significa darle el sí con el corazón a las cosas que no nos gustan de nuestra vida.