«Hay cuatro cosas que no vuelven: la flecha arrojada, la palabra ya dicha, la oportunidad desperdiciada  y la vida pasada». Hay palabras que decimos y luego nos arrepentimos de haberlas dicho. Hay oportunidades que dejamos pasar casi sin darnos cuenta, oportunidades para crecer, para ser más santos. Este tiempo de Adviento que se nos regala también podernos dejarlo pasar sin aprovecharlo del todo.